miércoles, agosto 29, 2007

Retorno


Ya sólo me queda,
la vacía pena
del viajero que regresa
Ya nada es lo que era - Ismael Serrano


Vuelvo a casa tras cinco semanas alejado a miles de kilómetros. Tan pronto como regreso comienza a evaporarse la tranquilidad y calma que me ha acompañando durante estas semanas. No se si será porque ambos países son muy tolerantes, (especialmete Canadá) y tranquilos, (Estonia), unido a no estar en contacto con tu lengua materna ni con los medios de comunicación de ella que te bombardean a diario, que todo a mi alrededor sembraba una calma profunda. La sensación de un mundo feliz, una sociedad sin problemas flotando en una nube. Sin embargo nada más pisar suelo español, recorriendo las calles, escurriéndose entre mis oídos las noticias de los telediarios a lo lejos, vuelvo a descubrir un universo crispado...en época de vacaciones. Nunca fueron buenos los retornos, ni las despedidas.