martes, enero 01, 2013

Empezamos bien

No me gustan las Nocheviejas, al menos de un tiempo a esta parte, y es que con el paso del tiempo se fue eferversciendo ese halo mágico que las acompañaba. Quizás fueron noches deseadas, llenas de llamémosle diversión, exprimida al máximo durante cada una de sus horas, y momentos. Así era como se disfrutaba plenamente de la noche en la adolescencia, y en los años de la facultad.
Con el tiempo las tornas fueron cambiando, llegaron los compromisos, las familias fueron creciendo o acomplándose. Hay quien queda en un piso para cenar, beber y luego...apalancamiento operativo. Otros desaparecen a las diez en casa, por si se acaba el mundo,  al menos que les coja bajo la sintonía del colchón.
Visto lo visto, ante esa tesitura no voy a mentir si os digo que una retirada a tiempo es una apreciada victoria. Así me encuentro yo, retirado sin Nochevieja, bueno con mi Nochevieja.
¿Será que todo ha cambiado mientras uno sigue agarrándose a la llama de la ilusión? Nochevieja, el año que viene no te me escapas!

Feliz Año Nuevo!