El mes de octubre más lluvioso de los últimos veinte años ha despertado de su letargo a todos los cazadores furtivos que se encontraban ocultos en el lugar más cómodo de sus madrigueras. Un aluvión de bucaneros de hojalata, ha surcado todos los campos y bancales de hinojo y matorrales en busca de las huellas del preciado botín en forma de molusco. Con esta avalancha, el caracol ha pasado a ser nueva especie de extinción durante los próximos años. Y es que ofrecer una combinación de vivienda y placer nunca fue bueno. Pobres caracolitos!
Fotografia por cortesía de piedra_de_sol
4 comentarios:
¡Pobres caracoles!
uy los caracolitos...que dolor de ellos...
abrazos
con la lluvia tb salen setas... yo prefiero ir al campo a coger setas con mi padre y mi perro :)
un besote!!
amelche, muy pobres, todo el año esperando a que llueva y luego...zas!
bohemia, pobrets...son eldorado de nuestros días...
jara, lo de las setas parece interesante, tiene su liturgia. Aunque al final pasa como con los caracoles, sale mucha gente en busca de ellas. La pena es que aquí no llueve para setas :(
Un besito
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