Sigilosa, desplazándose mediante unos botes tranquilos e inocentes fue capaz de pasar desapercibida entre el chismorreo de los moscardones. Uno, dos, tres, cuatro. Cuatro saltitos le sobraron a la pequeña pulguita hasta alcanzar la mesa, no sin sortear previamente todas las mochilas que acampaban en el suelo.
Balanceándose de un lado a otro consiguió depositar su pesada cartera sobre el tablero, fábrica de futuros genios, liberando su espalda de esa maldita carga en un ser tan frágil y diminuto.
-cri cri- susurró la cremallera de la mochila sedienta al ver la luz.
Y allí empezó a descubrir su tesoro tan bien guardado: rotuladores, goma de borrar, lápiz, un archivador y una calculadora. Sin levantar la vista de la misma, tecleaba las cifras que le permitían conocer el punto geográfico donde se encontrarían dos coches en sentido opuesto. O conocer el número de sacos con los que llenar un camión en función de su peso.
Por desgracia las bibliotecas o salas de estudio de hoy en día ya no son como las de antes. Los libros han sido sustituidos por portátiles, los moscardones se acompañan de mp3. Incluso de vez en cuando tu autoestima asciende al descubrir que hay tonos de móviles más horteras que el tuyo. Y zumbidos, todo son murmullos.
Balanceándose de un lado a otro consiguió depositar su pesada cartera sobre el tablero, fábrica de futuros genios, liberando su espalda de esa maldita carga en un ser tan frágil y diminuto.
-cri cri- susurró la cremallera de la mochila sedienta al ver la luz.
Y allí empezó a descubrir su tesoro tan bien guardado: rotuladores, goma de borrar, lápiz, un archivador y una calculadora. Sin levantar la vista de la misma, tecleaba las cifras que le permitían conocer el punto geográfico donde se encontrarían dos coches en sentido opuesto. O conocer el número de sacos con los que llenar un camión en función de su peso.
Por desgracia las bibliotecas o salas de estudio de hoy en día ya no son como las de antes. Los libros han sido sustituidos por portátiles, los moscardones se acompañan de mp3. Incluso de vez en cuando tu autoestima asciende al descubrir que hay tonos de móviles más horteras que el tuyo. Y zumbidos, todo son murmullos.
Quizás dentro de unos años puede que esta pequeña pulguita sea médico, veterinaria, enfermera, trabajadora social, etc. El futuro de los moscardones...
(Inspirado en la niña de no más de 9 años, isla de cordura de una sala de estudio en época de exámenes. Por cierto, nada que ver con la niña de Rajoy).
(Inspirado en la niña de no más de 9 años, isla de cordura de una sala de estudio en época de exámenes. Por cierto, nada que ver con la niña de Rajoy).
Fotografía por cortesía de Piedra_de_sol
7 comentarios:
Menos mal que aclaraste lo de la niña de rajoy jajajajaja
Caracolo :*
¿Qué estás estudiando?
Qué tiempos aquellos de ser pulguita... aunque he de reconocer que me gustan mucho más los tiempos de ahora, de tener menos dudas y más autonomía.
Un besito.
aday, gracias por la aclaración. Mejor evitar malentendidos :)
amelche, estudio la vida...soy un eterno estudiante. Desde sonrisas, a personas, pasando por opos, idiomas...:)
missing, todo tiempo tiene su momento, lo mejor aprovechar cada uno de ellos cuando corresponde.
Un besito
será una pulguita muy inteligente ^^
te deje algo en mi blog, pasalo bien!
veri, será una pulguita que ya es bastante. Muchísimas gracias por tus palabras, me animan mucho a continuar. Gracias
Un besito
Lo peor es que seguramente esa pulguita tiene que aguantar las mofas de sus compañeros de clase...
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