Siempre nos quedará...

Ça fait qu si à' soir t'as envie de rester

Avec moi, la nuit est douce on peut marcher

Et même si on sait ben que tout dure rien qu'un temps

J'aimerais ça que tu sois pour un moment...

...mon étoile filante
Les étoiles filantes - Les Cowboys Fringants

Acertada. Sin lugar a dudas la decisión de elegir París como destino para realizar la beca de francés durante tres semanas ha sido acertada. Dudo que exista ninguna ciudad en Europa con el parangón de París. Como toda gran capital, París es de esas ciudades que ofrece una inmensa programación cultural cuyas pinceladas se esconden en cada uno de los barrios y esquinas de la misma. Es por ello que grandes artistas como Hemingway, Buñuel, Wilde, Picasso, Cortázar, Callas...hayan encontrado un trampolín de inspiración en la capital gala.


He disfrutado muchísimo en París. Es difícil no enamorarse de la ciudad del amor. Partiendo de mi localización en la rue de la Tour, con ese nombre se adivina con quién compartía sueños a través de mi ventana, así como la proximidad a la escuela en Víctor Higó (perdón Hugo ;) ) apenas 10 minutos de promenade. Pasando por cada uno de los barrios: el Quartier Latin, Le Marais, Saint Germain des Prés, Mont Martre y Pigalle en cuya cafetería Des Deux Moulins una camarera me sonríe al volver la vista atrás ;). Me han encantado todos.


Soy consciente de lo afortunado que soy por haber elegido París para pasar estas tres semanas. Y es que 21 días dan para conocer la ciudad a fondo, cosa que parece imposible en apenas un fin de semana máxime si se incluye el Louvre o Versailles como visitas obligadas.

Pero sin duda alguna las sensaciones que he sentido en París han sido las de magia por sentirme partícipe de tanto arte derrochado por cientos de personas, anónimas y célebres, como de fugacidad. Esa sensación d'étoile filante, sobre todo tras visitar los cementerios de Père Lachaise o Montmartre. Compartir púas y una partida de cartas con Jim Morrison, versos y besos con el venerado y despreciado Oscar Wilde, melodías con Chopin o Piaf, risas con Molière o dar unas pinceladas al sepulcro derruido de Modigliani, sólo reconocible por la presencia de una joven callada invocándolo, me enseñaron que estamos de paso y que hasta los más grandes, algunos más que otros, se vuelven anónimos entre tanta gente y tantos años. Tu y yo fuimos, somos y seremos étoiles filantes...

A modo de resumen:

Rue de la Pompe, Rue de la Tour, Victor Hugo, Trocadéro, La Tour Eiffel, Champs de Mars, Les Invalides, Pigalle, Moulin Rouge, Le Café des 2 Moulins, Le Sacré Coeur, la Sainte Chapelle, La Seine, Le Pont Neuf, Île de la Cité, Notre Dame, Opera, Galeries Lafayette, Père Lachaise, Tuileries, Concorde, Obelisco Ramsés II, Champs Élysées, Louvre, Versailles, Arco del triunfo, Fête Nationale, James Blunt, Jardín de Luxembourg, Estatua de la libertad, Las Catacumbas, Pont Alexandre III, Petit et grand Palais, Hotel de Ville, Asamblea National, Madeleine, Renault, Plaza des Vosges, Museo Orsay, Panteón, Centro Pompidou, Châtelet les Halles, Les Châteaux de la Loire (Azay-leREideau, Langeais, Tours, Chenonceau, Chambord), Cimetière Montmartre, Canal St.Martin, Parc de la Villete, Quartier de la Defense, Palacio de Tokyo, Museo Rodin, Museo de Arte Moderno, Plaza de la Republica, Montparnasse, Plaza de la Bastilla, Pont de l'Alma, Museo Cernuschi, Museo Carnavalet, Maison Européene de la Photographie...


Siempre nos quedará París...