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"No conozco a nadie más fiel a su infacia que a ti" Jara dixit

Antes, cuando era pequeño podía empollarme todos los datos de los jugadores que salían en los cromos de fútbol.
Antes podía leer durante horas su biografía escrita en los álbumes, conociendo sus clubs de origen, su lugar e incluso su fecha de nacimiento.
Antes me parecían personas adultas, mejor dicho mayores. Ídolos lejanos, inalcanzables separados por el océano abismal del tiempo.
Antes los más jóvenes habían nacido entre el 65-68, y rondaban los 20 años y para un mañaco (*)como yo eran mayores. Mentiría si dijera que no queda de esos ninguno en activo, pero los pocos que puedan estarlo ahora desempeñan el rol de entrenador.

Con el paso del tiempo, en el instituto empezaron a despuntar jugadores que tenían mi edad. Eran jóvenes promesas que por su corta edad parecía imposible que estuvieran codeándose con los astros de los grandes equipos. Ahí se encontraban los Raúl, De la Peña, Morientes, Etxeberría...y alguno que otro más que a sus 31 años se consideran "mayores" para ser jugador profesional. Más de un club no los ficha por ser mayores, otros los retira ya no sólo a chupar banquillo, sino al ostracismo ¿Sére ya mayor? Deberé retirarme de todo?

Hoy no conozco apenas a ningún jugador, a pesar de ser un gran aficionado al fútbol. Hoy no aprendo sus biografías sino otras cosas más aburridas. Hoy muchos me parecen jóvenes, algunos incluso mañacos (*) que han nacido en la década de los 90.

Señoras y Señores, Niños y Niñas; 31 castañas pilongas! 31 vueltas al cole, 31 veranos-otoños, 31 Festivales de San Sebastián, San Mateos, 31 velas, otros tantos tirones de orejas. 31, tantos 31...pero para mi mamá sigo siendo el nene de la casa :)



(*) Mañaco, vocablo típico de la zona que designa en sentido burlesco a un niño, enano, mocoso. Recientemente he descubierto que su origen puede proceder del valencià manyac