Le gustaba refugiarse bajo el reflejo de luz tenue que adormecía su escritorio. Allí encontraba sosiego, la calma necesaria para poder viajar, imaginar nuevos mundos o solucionar sus errores cotidianos. Aquella palabra mal dicha, el NO que nunca supieron articular a tiempo sus labios y que siempre ansió decir, o la rabia por no haber sido lo suficientemente valiente para invitarle a cenar.
Pero era allí y entonces cuando le invadía la paz. Tanto que brotaba a modo de letras, historias, cartas en forma de bote salvavidas buscando naúfrago al que socorrer o ser socorrido. Pero también surgían a veces cartas bonitas; cartas de amor. ¿cuáles si no? Ese tipo de cartas donde se escriben las palabras más bonitas jamás nunca pronunciadas.
A veces se sumaba la música, compañera hipnotizadora como las olas. Le inspira, o quizás sea sólo su única compañía, pues disfruta escuchando las dedicatorias que cada oyente comparte con el resto. Buenos propósitos, mejores deseos, muestras de cariño... Desea firmemente que algún día el otro lado de las ondas mencione su nombre acompañado de un mensaje. Que pena que nadie le dedicará una canción! Aun así es feliz de sentirse partícipe de la felicidad compartida por el resto.
"Have you come here for forgiveness?"
Clemencia, perdón... quizás olvido o mejor calor. No existe el olvido. Todo son recuerdos en la habitación.
Pd. Lo siento no tengo internet :( Espero responder pronto a vuestros comentarios y escribir más.
3 comentarios:
Hoy es el Festival Internacional de la Oralidad 2009 en Valladolid, no sé si finalmente iré... pero tiene pinta de ser el año más flojo de todos :S
Ese escritorio me suena a mí también. :-)
bydiox, pude ir sólo un día y la verdad es que me gustó solamente el 50% de lo que vi. No sé realmente como habrá sido el nivel global. A mi me gusta ver cuentacuentos y no un concierto aunque pueda guardar relación con el mundo del cuento. Ya me cuentas si viste algo.
amelche, podría ser un escritorio universal ;)
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