Por fin. Después de tantos años lo hemos conseguido y de la mejor manera: jugando de cine. Es cierto que el factor azar tiene mucho que decir en algo que se dilucida en 90 minutos. Un día malo lo puede tener cualquiera y ya no hay vuelta atrás, sólo la del billete de retorno a casa. ¿Cuántos años nos habremos quedado fuera después de hacer una gran clasificación sólo por un día desafortunado o alguna decisión arbitral incorrecta? Por no hablar de la lotería de los penaltys.
Por fin este año se aliaron todos los factores posibles; realizar buen juego, mantener la regularidad durante todo el torneo y evitar alguna pifia arbitral.
Con tantos batacazos recibidos, no esperaba llegar tan lejos (hombre de poca fe!), pero eso no significa que no lo desease. Estoy muy contento por el campeonato y pienso que abrirá un antes y un después en la mentalidad de la selección nacional, considerándonos un equipo importante en el panorama mundial dejando de lado el temor de los cuartos de final que tantas críticas y burlas había provocado y que a más de uno le saldrá caro, pregunten a Mediamarkt.
Tenemos un equipo joven con mucho futuro por delante en el que es difícil resaltar a nadie porque el nivel exhibido durante el campeonato por todos ha sido altísimo. Jugando así no nos van a faltar las alegrías.
Otra cosa señalable es que durante estos días la selección ha conseguido lo que sólo las doce uvas habían logrado hasta ahora; que la mayoría de españoles hiciéramos lo mismo a la vez. A pesar de las diferencias y de la pluralidad, de la manía de los políticos por mostrar que el país se resquebraja, la selección nos ha unido en un mismo sentimiento.
Pudimos! Que no tengan que pasar tantos años para volver a vivirlo!
Fotografía. Diario As