martes, septiembre 26, 2006

Crónica del finde en Logroño


en un rincón de La Rioja
movió el aspa de un molino
mientras se pisaba el vino
que bebió tu boca roja.
Todo se transforma. Jorge Drexler.

Mi primera huida riojana:

Sobrevuelo acompañado por el principito hacia la ciudad del Turia. Debajo del reloj del tiempo Janis espera sonriente, llena de sorpresas, de teses y papeles protagonistas. Entre sueños y asientos reclinables, carreteras sin fin hacemos un alto en un lugar perdido del mundo: la tierra donde habitan los bichos palo. Sólo un poquito más de esfuerzo y nos encontraremos en tierra de cereza. Mery nos rescata por la espalda. Cereza y albaricoques buen cóctel propio del Junco.

Allí donde nos corona Laurel, se encuentra el mundo donde todo es posible; las margaritas de berenjena no son flores del campo, las zapatillas se mastican, un corto puede convertir un trayecto en largo, la institución familiar se hace añicos; el matrimonio se engulle y si lo deseas puedes terminar con un preñado.
Tosca bien podría ser una ópera, es sencillo desenvolverse en ella. Hasta los más temerosos la entenderían.

Gigantes y cabezudos salen al camino de los peregrinos. Al otro lado del río encontramos un mundo en el que se fusionan sonido e ilusiones. A la vuelta de la esquina nos da tiempo a camuflarnos entre insectos. Somos parte de ellos. Subidos a las alas de una mariposa recorrimos los distintos ecosistemas del planeta tierra.
Peñas multitudinarias que danzan al son africano. Vértigos de feria, vaivén de emociones se fusionan en lo más alto del firmamento con los fuegos artificiales.
Makoki y Titín fenómenos de masas, héroes regionales noqueando a los Masters del Universo. Sobrevivimos al intento de secuestro en el ascensor.

Somos conducidos por el Komandante Taxi donde se juntan las tierras del norte. Apenas un paso para conquistar horizontes desconocidos; rioja alavesa, navarra riojana. Me emborraché de vuestras presencias en la bodega de un buen vino, bajo la atenta custodia del Guggenheim vitivinícola. Cereza y albaricoquita, enólogas de buenos sentimientos espero encontraros pronto.

Crónicas de un finde en Logroño.
Foto, Al otro lado del río.Bruixot, Logroño 22 de septiembre de 2006

4 comentarios:

Anónimo dijo...

muchas gracias por enseñarme a ver mi pequeña gran ciudad a traves de los ojos de un albaricoque

espero que esta primera huida hacia la tierra del vino no sea la ultima

por aqui te esperamos con los brazos y los pinchos bien dispuestos ;)

un besazo muy muy gordo

epoatatayeaaaaaaaaah!!!!


PD: todo un finde de superaciones, solo te faltó probar el vino ;P

bruixot dijo...

Eso de esperarme con los pinchos abiertos...es muy tentador. No sabes con quien estás tratando. Ya sabes que a pinchos nadie me gana :-)Yo te cambio pinchos por el vino.

Gracias por todo. Hasta la próxima huida

Un besito

Anónimo dijo...

Hoy es viernes...y un pincho es diferente sin vosotros...a quien explicar y recomendar hacia dónde dirigirnos?
A quien enseñar el mejor camino entre la gente para llegar a un nuevo mogollón.
No sé por qué pero echo de menos a unos casi desconocidos que me han enseñado a conocer lo mío, puedo llamaros amigos, tengo ese derecho?
Mi casa, mi coche, mi tierra y mis brazos tb os esperan abiertos
Un fuerte abrazo, desde el suelo firme e inmovil, donde estamos mejor
Komander

bruixot dijo...

Komander, por supuesto que nos puedes llamar amigos. Es de agradecer tu dedicación porque disfrutáramos durante nuestra estancia.
Ahora falta que nos visitéis e intentar igualar vuestra gran acogida.

Hasta la próxima huida.

Un abrazo