viernes, agosto 11, 2006

Podrías ser tú


"Bueno, bueno, Lobo,
Tengo que dejarte
Me están esperando
Nos encontraremos
En alguna parte"
Lobo López. Kiko Veneno



Hastiado de calor busco impacientemente la sombra del techado mientras aguardo mi turno en la cola para poder entrar al palacio. Por mi espalda se escucha retumbar el agua expulsada por el gran cañón al fusionarse con el aire. Falta poco para entrar, cuando a lo lejos desde el césped se divisa una silueta protegida por unas gafas de sol. Los tirantes adivinan la presencia femenina. Al cabo de unos segundos vuelvo a mirar. Empiezo a cerciorarme de que podría ser ella. La analizo, la observo, pese al velo oscuro en el que se esconden sus ojos. Caperucita eres tú. Incrédulo después de tantos años y de que entre 44 millones de españoles el destino nos vuelva a cruzar en un minúsculo punto de la península.
Ya habrás acabado tus estudios, como yo hice con los míos. Quizás tengas tu propio despacho, o trabajes para otros o quizás emprendieras otros caminos. Vivirás en Madrid, Zaragoza, Sevilla. Quién sabe, sólo el destino nos quiso unir por unos segundos en un punto neutro.
Sobrepasas la hilera y a mi. Te acercas al cristal para ver el mundo que regala el planeta vítreo. Te observo. Sé que eres tú, pero no me atrevo a decir nada. (Vamos Lobo López, acércate y dile algo)

Me apeo de la fila un par de pasos a la izquierda para acercarme a tu espalda. Quedarme a medio camino. Das la vuelta y tu mirada efímera se cruza con mi presencia de brazos cruzados. En ese instante todo empieza a dar vueltas. Sempiterno cobarde no soy capaz de articular ninguna palabra. Vuelvo mi mirada. Veo como te difuminas a lo lejos.
Accedo al planeta vítreo, gravito sobre cristales apoderándose del vértigo. Dudo si fue real o una ilusión óptica del mismo. Quizás nos encontremos en otra parte, dentro de algunos años en otras de estas casualidades que la vida nos regala. Entonces podremos jugar esa partida de dardos pendientes. Mientras tanto cada noche observaré en la constelación de mi habitación el brillo perenne de las estrellas que me regalaste. Cazaré una de ellas y la envolveré en papel de celofán bañado de purpurina azul para regalártela cuando el cuento haya terminado. Quizás entonces vuelva a ser un lobo bueno, un lobo cobarde. Volveré a no decir nada.

Fotografía: El estanque. Retiro. 17 de junio de 2006. Bruixot
Paranoias nocturnas. Bruixot, 11 de agosto de 2006.

Colorín colorado...cambio de escenario y de personajes podrías ser tú...El columpio de Álvaro Fernández Armero http://video.google.es/videoplay?docid=9089747926593789278&q=el+columpio

1 comentario:

Anónimo dijo...

Casualidades. Están ahí para sorprendernos... Gracias por tu comentario en mi blog :-)
Por cierto, de Rudyard Kipling me quedo con Kotik, la foca blanca.